Tres escultoras argentinas en la búsqueda de la identidad : “Mujeres como metáforas vivas”, en palabras de la escritora y poeta María Rosa Lojo, quienes alucinan y descifran la vida en sus obras para “lograr la ruptura de los entes, la intersección de las esencias, la reinvención de lo creado”. Esa es la magia de las metáforas vivas, que las obras de estas tres artistas: Marina Dogliotti, Betina Sor e Inés Vega encarnan, fascinantes en la materia.
Gracias al invalorable aporte de la Ley de Mecenazgo Cultural del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, “Más allá de la piel” es un libro de textos, fotografías de obras escultóricas e impecable diseño editorial, que reúne la labor artística de tres mujeres destinadas a unirse en un proyecto poco común.
Porque, salvo escasas y honrosas excepciones, los artistas mantienen su ego en alto y no confluyen en ideas y realizaciones en común . En las noventa páginas de esta obra hay vida y alma de artistas. Hay pasión y respeto por el otro, pero lo más significativo tal vez sea la voluntad expresiva de comunicar; y el fervor de transitar un camino para llegar a un resultado de calidad y de excelencia, que solo se logra cuando los espíritus hablan más allá de las conciencias.
Lo que le llamó la atención a este cronista; lo que, definitivamente me sorprendió de ellas no es la fuerte presencia de Marina, Betina e Inés, la trayectoria individual de ambas y el manto lunar que las identifica; sino la diáfana sonrisa y la clara alegría con que transmiten su mensaje de hembras portadoras del fuego sagrado, de semidiosas y mágicas adoratrices de un altar donde solo se consagran las dotadas de sana inteligencia emotiva, capaces de tocar el alma y el origen de todas las cosas, con el cincel y la gubia.
Resalto nuevamente el impecable trabajo fotográfico, para Ediciones Antefixa, de Alicia Shemper, Gustavo Sosa Pinilla, Adela Aldama, Daniel Menasse, Lutz Matschke, Alvaro Ras y Gustavo Lowry, porque hacer fotos de artistas y de obras de arte y además editarlas en un sobrio papel es todo un desafío y si después de impresas siguen dando luz significa que son todo un arte, también.
Un capítulo aparte -hay que decirlo- merece el delicado texto que escribió María Cristina Deprati quien, partiendo de una cita de un glorioso y consagrado amante de mujeres, Pablo Neruda, transita por distintos aspectos de las tres artistas, pero más se dedica a ahondar en lo profundo de las significaciones de sus obras, con mirada poética, analítica y reflexiva.
”Hasta nuestros tiempos , por lo general, las mujeres no se representaban a ellas mismas sino que solo eran espectadoras de ellas, representadas por hombres que intentaban reducirlas o seducirlas y esperaban que ellas encontrasen un placer en esa mirada. Sin embargo, las artistas Marina , Betina e Inés nos ofrecen obras que nos permiten atravesar nuestras propias tinieblas, nuestras propias intimidades. Reconociendo aquello que los académicos de la historia han dicho sobre nosotras : ‘seres que han sido excluidas del curso de la historia’ , ellas nos muestran que han podido sortear los obtáculos narrándonos a través de su arte la historia femenina , que es la historia de la intimidad , de la sensibilidad y de la aspiración a la libertad”.
Nada más clarividente, en el análisis de otra mujer -Deprati- , para señalarlas y casi dibujarlas, esculpirlas y legitimarlas desde el arte y desde la belleza de la palabra.
Juanjo Calegari
12/2014